Aceptar la diversidad en el vecindario: Procesos de socialización política de actitudes hacia la diversidad social en estudiantes chilenos

Resumen

Las nuevas dinámicas de migración, conflicto interétnico, diferencias de clase socioeconómica y segregación social son de manera creciente puestas en confrontación en el debate público y cada vez más estudiadas por las Ciencias Sociales. Aceptar la creciente diversidad social que se origina a partir de los procesos de modernización y globalización implica promover una sociedad más inclusiva, respetuosa y equitativa, donde se acepte a las personas por quienes son, independientemente de sus diferencias culturales, étnicas, religiosas o de clase. Hasta ahora, las investigaciones en Sociología se han centrado frecuentemente en el análisis de la posición que ocupan distintos grupos sociales dentro de la estructura social y de los desafíos que enfrentan para lograr integrarse en la sociedad (Viveros Vigoya, 2016; Wade, 2000; Young, 2000). Al profundizar en esta línea de investigación se han dejado de lado dos elementos fundamentales. Por un lado, se ha estudiado en menor medida el proceso de inclusión social en las escuelas (Blanco, 2006) y la percepción que tienen los estudiantes sobre los demás grupos al relacionarse con ellos en su vida cotidiana, en el sentido de si aceptan o rechazan a determinados grupos sociales que son distintos al grupo de pertenencia en un espacio externo a la escuela, esto es, en sus vecindarios. Por otro lado, ha ido cobrando reciente relevancia el proceso mediante el cual se aprenden o reproducen las actitudes de las personas en relación con la aceptación o rechazo de determinados grupos sociales y la importancia de la escuela (Malak-Minkiewicz & Torney-Purta, 2021; Sandoval-Hernández et al., 2018) y la familia (Bandura, 1969; Santander Ramírez et al., 2020) en este proceso, así como ciertos patrones de segregación territorial que influyen en la percepción y la confianza entre grupos distintos (Baldassarri y Abascal 2020; Fernández, et. al 2016; Coté y Erickson 2009). Utilizando datos de 4801 estudiantes y apoderados provenientes del Primer estudio de Formación Ciudadana en Chile de 2017, esta investigación pretende abordar los distintos procesos de socialización que están implicados en el aprendizaje de actitudes de aceptación o rechazo hacia diferentes grupos sociales en los vecindarios que habitan los estudiantes. Específicamente, mediante metodologías cuantitativas se espera demostrar, por un lado, que la familia y la escuela influyen en el proceso de aprendizaje de actitudes, donde además se espera que la escuela logre disminuir las desigualdades de origen. Por otro lado, se espera demostrar que ciertas características contextuales de los territorios influyen en la aceptación o rechazo de distintos grupos sociales. Los resultados dan cuenta de que dentro del proceso de socialización familiar son las actitudes de los apoderados (y no los recursos socioeconómicos) las que influyen en los estudiantes. En cuanto a las escuelas, el conocimiento cívico y un ambiente favorable a la discusión y el debate influyen positivamente en las actitudes de los estudiantes. Se discuten estos resultados en función de su relevancia para el debate público y la generación de políticas educativas.